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Cómo traducir manuales y no morir en el intento

Al momento de tener que traducir manuales, cuyo contenido es más especializado, debes saber que esta traducción debe ser lo más exacta posible en comparación con el texto original. Se debe hacer muy bien, pues este tipo de documentos no permite equivocaciones, debe ser perfecta. Si te ves en la tarea de traducir un manual o simplemente quieres conocer algunos de los pasos que se deben seguir, aquí te lo contaremos.

Lo primero que se debe hacer es leer en su totalidad el manual y contextualizarse. En Bogotá, hay un dicho “un texto sin contexto es sólo un pretexto” y es verdad. Si se empieza a hacer una traducción sin entender de qué se trata, se podrán cometer graves errores y al final hacer doble trabajo. Se debe saber a quién va dirigido el manual, de qué se trata, qué área del conocimiento maneja, y su objetivo o propósito.

Luego de este proceso, es importante buscar fuentes de información que contextualicen un poco más y brinden información sobre el tema en cuestión. Se puede también recurrir a documentos previos que den una referencia, acudir a los sitios web que tengan relación con el tema de los manuales. Es importante además, tener a mano diccionarios y glosarios especializados en el tema, pues de acuerdo con la experiencia de muchos traductores de Bogotá, una palabra puede tener muchos significados dependiendo del contexto en el que se encuentre.

Una vez se tengan todos los recursos posibles se puede empezar a traducir, se debe hacer un trabajo impecable con exactitud y precisión, cuidando no caer en ambigüedades o doble sentido y respetando en todo tiempo la posición o forma de pensar del autor original. Al traducir un glosario de inglés a español por ejemplo, es importante respetar ambas estructuras gramaticales y saber que cada una de ellas maneja la traducción de manera diferente; así mismo se debe tener en cuenta y trabajar en el formato de dichos manuales, ya que éste es fundamental.

Al terminar la traducción es importante hacer una lectura final y en ese momento corroborar que las palabras técnicas o especializadas estén bien traducidas de acuerdo con el texto original. También se deben revisar signos de puntuación, ortografía y gramática. En la revisión se debe tener en cuenta un punto muy importante, el uso adecuado de las siglas; en un manual es común encontrarlas todo el tiempo. En ocasiones cuando se desconoce su traducción, se deja escrita la sigla en inglés y en paréntesis se escribe (por sus siglas en inglés). De este modo será fácil para el lector final saber que la sigla está en el idioma original.

Es así como se lleva a cabo la traducción de un manual, recuerda siempre dejarla en manos expertas con profesionales idóneos para esta labor, expertos en el campo y empresas especializadas. Y así tener una excelente traducción de tus manuales… sin morir en el intento.

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